El Sicario ha llegado a formar parte en la sociedad dominicana. Ya se habla de sicarios de prestigios cuyos honorarios son altos y de otros no tan cotizados que realizan su trabajo por poca cosa. En las novelas de narcos los vemos en sus aguas y recientemente en nuestras calles se nota que están presentes, aunque nadie sabe quienes son hasta que caen abatidos. Pero, qué sabemos de ellos?, de donde vienen?, quién los contrata y para qué?. A decir verdad es poco lo que sabemos de ellos y siempre estamos repitiendo lo que escuchamos en los medios sin remitirnos a los inicios de esta desafortunada profesión.
El sicario es una persona que le quita la vida a otra con premeditación y acechanza, pero que se diferencia del asesino común en que el sicario lo hace por encargo de otro, sin ningún tipo de pasión y solo procurando el pago que le dará el autor intelectual. Sicario y asesino a sueldo son sinónimos. En el derecho Romano ya era estudiado el sicariato como elemento constitutivo agravante en los apuñalamientos, ya que, etimológicamente su nombre proviene de la palabra Sica, que quiere decir: Puñal o Daga pequeña; así que, literalmente Sicarius significa: "Hombre-Daga". La actividad de los sicarios estuvo íntimamente vinculada en el ámbito político, puesto que era mas frecuente que las personas contraten sus servicios para terminar con su competencia.

Pero, aunque no lo creamos, existe un individuo mas peligroso que el sicario, un sujeto que tiene menos escrúpulos y menos vergüenza que el sicario normal; es un tipo de sicario al que todos debemos tenerle miedo porque cualquiera de nosotros puede ser su victima, y no es mas ni menos que el sicario que se equivoca de persona. Como vimos recientemente unos sicarios dieron muerte a una chica joven y trabajadora; su caso se manejo con cierta extrañeza por la forma en que se realizó y, varias semanas después, otra joven es asesinada, con las mismas características, físicas y sociales que la primera. Con lo cual se dedujo que la primera víctima fue por equivocación. Lamentable.
Esto pone a pensar a cualquiera; lo único que esperamos es que nuestra justicia no se haga la ciega por temor a estos individuos, que han existido siempre y que siempre existirán, solo que necesitamos personas de valor que les hagan frente, ya que con esto nos ayudamos todos.
Por: Jaime Bobadilla
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