El Dominicano es así, palo si boga y palo si no boga, inconforme y a la vez queriendo complacer a todos, indeciso a la hora de tomar una decisión relevante; y todo eso se refleja en nuestro diario vivir. No importa la instancia en que nos encontremos, siempre actuaremos como dominicanos. No queríamos saber del Dr. Balaguer y votamos por Leonel Fernández, ahora es que Leonel me marea hablando y queremos a Hipólito Mejía que ese si es un hombre que habla claro, llano, a ese lo entendemos; dos años después de elegir a Hipólito ya estábamos hartos de él, de sus mentiras y desfachateces y por eso prefiero un mal menor y voto por Leonel otra vez, porque no había nadie más. El lío fue que ahora todos los males habidos y por haber los ha causado el León, por tanto, en esta ocasión, pondremos a otro parecido, pero no tanto, a Danilo Medina.
En esas esta el país, con Danilo Medina gobernando, pero aunque las caras que nos representan cambien, la idiosincrasia del Dominicano queda inmutable. Los medios de comunicación son un reflejo y ejemplo exacto de esta realidad actual. Los medios digitales e impresos le toman el pulso a la población que no tarda en refunfuñar, quejarse de todo, y lo peor, opinar en todo. De esto se aprovechan los lideres de partidos que a todo le sacan partido. Sin importar el tema que sea propuesto en los medios de comunicación no tardan en darse las reacciones, las cuales fraccionan la sociedad entre los "a favor" y los "en contra".
Corría el año 2002 cuando nuestro sistema jurídico cambiaba de forma radical. Mas de 120 años utilizando como instrumento procesal al código de procedimiento criminal napoleónico. Lo cual representaba para la sociedad Dominicana de ese entonces un gran avance en materia de derechos humanos y adaptándonos a la mayoría en américa latina. Claro que las reacciones no se hicieron esperar y la consecuente polarización de criterios. Diez años mas tarde tuvieron que pasar para darnos cuenta que que teníamos un problema con el código procesal penal moderno, debido a lo fácil que se escabullían los imputados de los procesos penales.
Ahora tenemos un nuevo proyecto de modificación al Código Procesal Penal, con la intención de adaptarlo a la realidad Dominicana porque sabemos que lo que funciona para muchos no necesariamente funciona para nosotros. El problema actual es que la misma población que pide a gritos la modificación, ahora rechaza la misma, alegando una cosas unos y otras cosas otros. Por ahora no hablaremos de forma directa sobre los articulados de dicho proyecto, ya que, solo nos limitaremos a decir que al Dominicano no hay quien le encuentre la vuelta.
Por : Jaime Bobadilla
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